La Organización Mundial de la Salud concluyó que, en estado puro, el cannabidiol no es nocivo, no tiene riesgo de abuso y tampoco causa efectos dañinos significativos. En coherencia con esta declaración, la Agencia Mundial Antidopaje la retiró de su lista de sustancias prohibidas. Sin embargo en Perú, con dos leyes que reconocen a la cannabis como medicina, se exige receta médica para CBD.
En el antiguo Reglamento, la receta simple era requisito para comercializar productos con “solo CBD” (Artículo 30). Ahora, el Ministerio de Salud de Perú ha propuesto que la receta simple sea para productos que tengan menos de 0.2% de delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), pero este requisito se mantiene al CBD puro. Al respecto, la Autoridad Sanitaria debe considerar que hay evidencia suficiente para liberar el acceso a CBD y declararlo como medicamento de venta libre.
En primer lugar, el CBD es una sustancia segura y no genera efectos no deseados graves. Entre el 2017 y el 2019, el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió informes en los que señaló que el CBD no es nocivo ni tiene riesgo de abuso, por lo que recomendó que “los preparados que se consideren cannabidiol puro no se incluyan en las listas de los tratados internacionales de fiscalización de drogas”.
“Aunque el cannabidiol está presente en el cannabis y en la resina de cannabis, no tiene propiedades psicoactivas ni potencial de generar adicción y dependencia. Tampoco causa efectos dañinos significativos. Se ha demostrado que el cannabidiol permite tratar eficazmente determinados trastornos epilépticos de inicio en la infancia que no responden a otros tratamientos”, se lee en el Informe del 41° Comité de Expertos en Farmacodependencia de la OMS.
En Perú, en casi dos años de comercialización de CBD en el mercado formal, no existen reportes adversos por cannabis según los boletines epidemiológicos. Tampoco existe dosis mortal ni con CBD ni con THC. En casi 5,000 años de uso medicinal (el primer registro corresponde a 2637 AC en China), nadie ha muerto como consecuencia directa del consumo de cannabis.
En el 2018, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés) quitó al CBD de su lista de sustancias prohibidas. En enero del 2020, Sativa Info confirmó con la Comisión Nacional Antidopaje (CONAD) que esta medida se estaba aplicando en Perú. Hasta la fecha, ni en nuestro país ni en ninguna otra parte del mundo, ningún deportista ha reportado malas experiencias con CBD; por el contrario, en junio de este 2021, el futbolista Bruno Díaz contó, a este medio, su buena experiencia usando este cannabinoide como parte del tratamiento de una lesión. "Me ayudó a atravesar el tema de la lesión con calma, sin ansiedad y todo lo que una lesión genera física y mentalmente", dijo el jugador del Club Cienciano del Cusco.
En segundo lugar, liberar el acceso a CBD beneficiaría a la economía y mejoraría la calidad de vida de las familias peruanas. La Autoridad Sanitaria debe considerar que uno de los obstáculos que se ha encontrado al acceso a cannabis es la exigencia de receta médica y que esta, así sea simple, es retenida en los establecimientos y tiene una vigencia de solo 30 días. Esto obliga a los pacientes a pagar consultas con especialistas que cuestan entre 120 y 350 soles en consultorios privados, ya que los médicos de los seguros públicos no están informados ni capacitados y tampoco tienen a disposición CBD en las farmacias de los establecimientos de salud. Cabe mencionar que apenas el 2% de médicos colegiados ha prescrito alguna vez cannabis.
En tercer lugar, la Autoridad Sanitaria debe ser coherente con sus criterios y aplicarlos por igual a las sustancias dejando de lado estigmas y el enfoque criminalizador, que al final termina discriminando a usuarios e impulsándolos a acceder a productos sin control de calidad. Resulta contradictorio que medicamentos con dosis mortal como aspirina, ibuprofeno o paracetamol, sean de venta libre; pero que el CBD, que no conlleva ningún riesgo para la salud, esté restringida con receta médica.
En cuarto lugar, el Estado peruano debe tomar en cuenta las diversas experiencias alrededor del mundo, donde los productos de CBD se venden sin receta. En ningún país se han reportado problemas de salud pública por el consumo de esta sustancia, que no está bajo control internacional, como aclaró la Comisión de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el 2020.
"El CBD ha asumido un papel destacado en las terapias de bienestar en los últimos años y ha provocado una industria de miles de millones de dólares", señaló la ONU en una nota en la que informaba sobre la reclasificación de la cannabis.
Como vemos, hay motivos suficientes para liberar el acceso a CBD para contribuir con el bienestar de las personas.
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