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Los estudios que concluyen que fumar o vaporizar cannabis es efectivo para tratar el dolor crónico

Las pruebas se hicieron con variedades con alto contenido de delta-9-tetrahidrocannabinol (THC).


Muchas personas y hasta algunos profesionales de la salud creen que la planta cannabis sativa solo es medicinal cuando se consume en aceites o tinturas. Quemar la hierba no solo es la forma más popular de consumir cannabis, sino que también es un uso ancestral. Los últimos hallazgos arqueológicos indican que los seres humanos inhalamos cannabis al menos desde hace 2,500 años en China, donde en el 2013 científicos descubrieron piedras con restos de sustancias de la cannabis como el somnífero cannabinol (CBN), un compuesto que se origina de la oxidación del analgésico THC.

[Foto: X. Wu (Institute of Archaeology, Chinese Academy of Social Sciences)]


Debido a su uso ancestral a través de la vía inhalada, las propiedades de la cannabis han sido señaladas a lo largo de los años en los que se ha usado como analgésico, relajante muscular, anticonvulsivante, ansiolítico y somnífero. Sus posibles efectos secundarios también son populares y manejables: mareos, desorientación, somnolencia, aumento del apetito e hipotensión (presión baja). Ha sido la ciencia moderna la que se ha encargado de explicar estos efectos, identificar los compuestos responsables, así como descubrir más propiedades e investigar otros posibles usos.



Otro dato a tomar en cuenta antes de leer acerca de los estudios es que los populares cannabidiol (CBD) y THC son producto del calentamiento de la cannabis. Por ejemplo, los puntos de ebullición del CBD y del THC son 180°C y 157°C, respectivamente. Es decir, en el fruto crudo de la cannabis no vamos a encontrar ninguna de estas dos sustancias, sino solo a sus estados ácidos. De hecho, las tinturas y los aceites son resultado de procesos de extracción en los que se usa el calor.


Quemar o calentar el fruto de la cannabis o sus resinas siempre tuvo efectos terapéuticos, especialmente en casos de crisis agudas. Una de las ventajas de la vía inhalada es su efecto inmediato: demora un máximo de 10 minutos en hacer efecto a comparación de los 60 minutos de la vía oral. Además, la duración del efecto es de un máximo de 4 horas a comparación de las 8 horas de la vía oral. Esto no solo provoca un alivio casi instantáneo, sino que a su vez disminuye las posibilidades de que se caiga en sobredosificación.

[Fuente: Dr. Emilio García (Argentina)]


Luego de una revisión, encontramos que entre el 2007 y 2016, se han publicado al menos diez estudios sobre cannabis y dolor crónico que resaltan la vía de administración fumada o vaporizada. En todos los casos, se usaron variedades con alto contenido del psicotrópico THC. Son siete ensayos clínicos aleatorizados (ECA) y tres revisiones sistemáticas a las que hacemos referencia en este post.


Ensayos clínicos


En el 2007, Abrams y otros estudiaron a un grupo de pacientes con dolor neuropático asociado al VIH. El ensayo clínico aleatorizado (ECA) concluyó que las personas que fumaron cannabis con 3,56% de THC tres veces al día sintieron una reducción del dolor de 34% a comparación del 17% del grupo que fumó flores sin THC (placebo).


En el 2008, Wilsey y otros publicaron un ECA realizado con 38 pacientes con dolor neuropático. Los autores evaluaron la efectividad de fumar cannabis en dosis de 7% o 3,5% de THC y lo compararon con placebo. El ensayo concluyó que fumar cannabis tiene efecto analgésico con pocos efectos secundarios y tolerables.


En el 2009, Ellis y otros hicieron un ECA con un grupo aleatorio de 34 pacientes con dolor neuropático asociado a VIH. El grupo que fumó cannabis con 8% de THC cuatro veces al día por cinco días sintió un alivio del dolor significativamente mayor que el grupo que probó placebo. También se detectaron mejoría del estado de ánimo y mejor actividad diaria.


En el 2010, el ECA de Ware y otros concluyó que fumar 25mg de flores de cannabis con una concentración de 9,4% de THC tres veces al día durante redujo la intensidad del dolor, facilitó el sueño y fue bien tolerado por pacientes adultos con dolor crónico neuropático post-operación y post-traumatismo.


En el 2013, se publicó otro ECA de Wilsey realizado con 39 pacientes con dolor neuropático que vaporizaron desde placebo (0% de THC) hasta flores de cannabis con 2,5%, 6% y 9,4% de THC tres veces al día por cinco días para cada nivel de concentración. Los pacientes que vaporizaron cannabis con 9,4% de THC reportaron mayor reducción del dolor y mejor calidad del sueño.


En el 2015, un ensayo de Wallace evaluó a un grupo aleatorio de 16 pacientes con neuropatía diabética periférica que vaporizaron placebo y tres dosis distintas de THC de 1%, 4% y 7%. Este estudio encontró una reducción del dolor dependiente de la dosis.


En el 2016, se publicó otro ensayo de Wilsey que evaluó a 42 pacientes con dolor neuropático medular que vaporizaron flores con 2,9% y 6,7% de THC cada 4 horas.


Tres revisiones sistemáticas


Whitings y otros publicaron, en el 2015, una revisión sistemática de 28 estudios que juntos sumaron un total de 2,454 pacientes con dolor crónico. Esta revisión resaltó que las personas sintieron mayor efecto analgésico con el cannabis fumado.


En el 2015 también, Andreae y otros publicaron una revisión sistemática de estudios que comprendían a 178 pacientes con dolor neuropático, evaluados durante al menos 3 meses y que usaron cigarrillos preelaborados (3), vaporizador Volcano (1) y resina para fumar en pipa (1). En todos los casos, se compararon los efectos de fumar o vaporizar cannabis con placebo. Las concentraciones de THC variaron entre 1,62mg y 96mg por día.


Una de las revisiones sistemáticas más importantes es la de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS). Publicada en el 2017, este estudio señala que existe evidencia concluyente de que cannabis es efectiva para tratar el dolor crónico y la fundamentación incluye a ensayos en los que se administró THC por la vía inhalatoria (vaporizado o fumado) a los pacientes.


¿Qué dice la legislación peruana?

Contrario a lo que algunos creen debido a la falta de información, inhalar la cannabis y sus derivados no está prohibido ni es considerado ilegal. Como se lee en el Reglamento de la Ley de Cannabis Medicinal, el Decreto Supremo N° 005-2019-SA, solo está excluida la combustión del llamado cannabis psicoactivo. Con ello, en el caso del THC queda permitida la vaporización. Por su parte, en el caso del llamado cannabis no psicoactivo o "cáñamo", quedan habilitadas ambas opciones: fumar o vaporizar.



Referencias:


- Abrams DI, Jay CA, Shade SB, Vizoso H, Reda H, Press S, et al. Cannabis in painful HIV associated sensory neuropathy A randomized placebo-controlled trial. Neurology.

2007;68(7):515–521.


- Wilsey B, Marcotte T, Tsodikov A, Millman J, Bentley H, Gouaux B, et al. A Randomized,

Placebo-Controlled, Crossover Trial of Cannabis Cigarettes in Neuropathic Pain. J Pain. junio de 2008;9(6):506-21.


- Ellis RJ, Toperoff W, Vaida F, van den Brande G, Gonzales J, Gouaux B, et al. Smoked

Medicinal Cannabis for Neuropathic Pain in HIV: A Randomized, Crossover Clinical Trial.

Neuropsychopharmacology. febrero de 2009;34(3):672-80.


- Ware MA, Wang T, Shapiro S, Robinson A, Ducruet T, Huynh T, et al. Smoked cannabis for chronic neuropathic pain: a randomized controlled trial. Can Med Assoc J. 5 de octubre de 2010;182(14):E694-701.


- Wilsey B, Marcotte T, Deutsch R, Gouaux B, Sakai S, Donaghe H. Low-Dose Vaporized

Cannabis Significantly Improves Neuropathic Pain. J Pain. febrero de 2013;14(2):136-48.


- Wallace MS, Marcotte TD, Umlauf A, Gouaux B, Atkinson JH. Efficacy of Inhaled Cannabis on Painful Diabetic Neuropathy. J Pain. julio de 2015;16(7):616-27.


- Wilsey BL, Deutsch R, Samara E, Marcotte TD, Barnes AJ, Huestis MA, Le D. A preliminary evaluation of the relationship of cannabinoid blood concentrations with the analgesic response to vaporized cannabis. J Pain Res. 2016 Aug 31;9:587-98. doi: 10.2147/JPR.S113138. PMID: 27621666; PMCID: PMC5012851.


- Whiting PF, Wolff RF, Deshpande S, Di Nisio M, Duffy S, Hernandez AV, et al. Cannabinoids for Medical Use: A Systematic Review and Meta-analysis. JAMA. 23 de junio de 2015;313(24):2456.


- Andreae MH, Carter GM, Shaparin N, Suslov K, Ellis RJ, Ware MA, et al. Inhaled Cannabis for Chronic Neuropathic Pain: A Meta-analysis of Individual Patient Data. J Pain. diciembre de 2015;16(12):1221-32.


- National Academies of Sciences, Medicine, others. The Health Effects of Cannabis and

Cannabinoids: The Current State of Evidence and Recommendations for Research. 2017. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28182367

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