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Pacientes que usan cannabis preparan proyectos para que se respete derecho a cultivar sus medicinas

Ante el acceso restringido, asociaciones trabajan para que se reconozca su derecho a cultivar cannabis. Congresistas Alberto de Belaunde, Rocío Silva Santisteban y Miguel Gonzales se comprometieron a apoyar iniciativa legislativa.



Treinta y dos meses después de promulgada la ley que reconoce los efectos terapéuticos de la planta cannabis sativa en Perú, aún no se vende en ninguna farmacia del país lo que según la legislación nacional se denomina “cannabis para uso medicinal”, aquellas flores cuyo contenido de tetrahidrocannabinol (THC) sea igual o superior concentración de 1% en peso seco.


Si bien es un hecho importante que la farmacia institucional de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID) venda un producto de cannabis con aproximadamente 5% de cannabidiol (CBD) y 0,04% de THC, el acceso a esta planta medicinal sigue siendo muy restringido.


"Como pacientes precisamos del THC y otros cannabinoides (que nuestra ley y reglamento permiten). Además, esta entidad del Minsa está cometiendo irregularidades que dificultan más aún el proceso y aumentan las barreras, al incluir a la cannabis en el decreto 023 de estupefacientes, cosa que el reglamento expresamente excluye", señaló, este viernes, 'Cannabis Gotas de Esperanza' (CGDE).

En Perú, el Reglamento de la Ley N° 30681 señala que la planta de cannabis con menos de 1% de THC, y sus derivados, son denominadas “cannabis no psicoactivo”, consideradas sustancias no controladas y excluidas de fiscalización sanitaria, y llamadas también “cáñamo” o “hemp”. Esta denominación normativa es la que le corresponde al producto que vende el Ministerio de Salud (Minsa), ya que es un extracto de cannabis con 0,04% de THC. A pesar de ello, DIGEMID vende este producto exigiendo a las personas usuarias estar registradas en una web y que los médicos/as que la indiquen estén habilitados/as para recetar estupefacientes. Además, la receta se queda retenida en la farmacia institucional.


Por este y otros problemas que afectan a pacientes, Francesca Brivio, presidenta de CGDE, anunció que, junto a la Federación de Cannabis Medicinal de Perú (FECAME), está trabajando en un proyecto de ley que incorpore el cultivo personal y asociativo de cannabis.

"Como pacientes necesitamos tener un acceso real y democratizado a la medicina. La única forma de garantizar este acceso para pacientes de todo el territorio es habilitando otras dos modalidades que no contempla la ley actual: el cultivo asociativo y el auto-cultivo", afirmó Brivio.

En la teleconferencia de CGDE, el congresista Alberto de Belaunde (Partido Morado) resaltó que la promulgación de la ley de cannabis medicinal en el 2017 fue el triunfo de una "batalla cultural", en la que vencieron la empatía y la solidaridad.

"Ahora ya no se debería discutir si es legítimo o no usar cannabis con fines medicinales, ahora la cuestión es cómo garantizamos su acceso", dijo de Belaunde.

El parlamentario resaltó el rol de las madres de 'Buscando Esperanza' (Ana Álvarez, Dorothy Santiago, entre otras) y 'Mi Esperanza Brota de la Tierra' (Aydé Farfán), y de cultivadores como Luis Gavancho (Legaliza Perú), que fueron víctimas de una incautación de plantas de cannabis, caso que impulsó la legalización del uso medicinal de cannabis en Perú.


De Belaunde recordó que la ley promulgada contó con apoyo de congresistas de diversas bancadas, lo que fue señal de consenso. Sin embargo, el congresista señaló que esa ley fue de su época y que ahora la práctica indica que es necesario se reconozca el autocultivo.


Por su parte, la congresista Rocío Silva Santisteban (Frente Amplio) consideró como "urgente" que, desde una perspectiva social y de salud pública, se atienda la "necesidad de que los pacientes puedan tener acceso a una sustancia que incluso la pueden cultivar".

"Es una posibilidad maravillosa para muchas personas que en estos momentos están sufriendo", dijo la parlamentaria.

Silva Santisteban saludó también la lucha de madres de pacientes que usan cannabis como María Montoya, fundadora de la Asociación Marihuana Medicinal de Trujillo. "Las madres somos hipersensibles ante la situación de vulnerabilidad de nuestros hijos. Saludo esta lucha, que es muy difícil en una sociedad tan conservadora como la nuestra", dijo la congresista.

"[...] en una sociedad que se hace de la vista angosta sobre una serie de ilegalidades y que exagera en el tema de la reglamentación de la posibilidad de que el cannabis sea una sustancia que mejore mucho la calidad de vida de los pacientes".

 La parlamentaria anunció que se unía a apoyar este proyecto de ley.

"Me parece importante que sea multipartidario, ojalá que los colegas de otros partidos puedan también firmar esta propuesta. Creo que todos somos vulnerables a cualquier tipo de situación o enfermedad, y que en algún momento podríamos necesitar el cannabis medicinal".
"En la práctica se es sumamente restrictivo, no podemos permitirlo. En el ínterin hay mucho dolor y nosotras tenemos que defender precisamente que el acceso a la salud de todos y todas sea por igual y que se permita la posibilidad de un uso medicinal de una sustancia que incluso las personas la pueden cultivarla en sus casas", agregó.

Silva Santisteban también criticó la obligatoriedad de estar registrado ante el Estado para poder tener la posibilidad de acceder a cannabis de uso medicinal. Consideró que esta es una forma de violencia contra los pacientes.


Resaltó que el debate debe ser científico y académico, para sacar al cannabis de discusiones banales. "Eso lo convierte en una perspectiva más técnica y es uno de los elementos fundamentales en los que se sustentan estas propuestas", dijo.


Propuso también que se realice un monitoreo al cumplimiento de las normas.

"Es la misma sociedad la que con su censura impide que la ley y el reglamento s hagan efectivos. Es necesario un monitoreo para ver que en efecto se cumplan los protocolos y se cumplan todos los elementos que permitan que los pacientes hagan uso efectivo del cannabis", dijo.

El congresista Miguel Gonzales (Partido Morado) señaló la necesidad de capacitar a profesionales de la salud para que se atienda de manera adecuada a las personas usuarias, para que estas no se vean afectadas por estereotipos y prejuicios. También manifestó su apoyo a la propuesta legislativa.


Por su parte, Pedro Wong, químico farmacéutico que ha sido asesor de diversos proyectos de ley que buscaban el mismo objetivo, explicó que la nueva propuesta legislativa tiene como finalidad “ampliar las vías de acceso para el uso medicinal”.

Proyecto de Ley sobre Clubes Cannábicos
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Otra propuesta: despenalización de la planta


Por otro lado, Buscando Esperanza Perú’, la asociación de madres que en el 2017 fue víctima de la incautación de plantas que usaban para tratar a sus hijos/as, venía señalando que era urgente que el acceso a cannabis sea más democrático. Ana Álvarez, madre de Anthony, un joven que padece esclerosis tuberosa, afirmó que buscaba una ley inclusiva , que no solo permita el cultivo y producción a grandes laboratorios, sino que se respete el cultivo personal (autocultivo) y cultivo asociativo.

“Se pide la planta completa para uso terapéutico, que se respete el derecho a cultivar nuestra propia medicina. La salud no tiene precio”, afirma Álvarez, representante de 'Buscando Esperanza'.

“El THC tiene un alto potencial terapéutico y es básico en pacientes con dolor”, resalta esta asociación que agrupa a más de 60 familias usuarias de cannabis de todo el país. Esta afirmación no solo se basa en sus propias experiencias, sino que tiene sustento en los diversos informes científicos que indican que hay evidencia concluyente de que el THC es efectivo para casos de dolor crónico, así como en los tratamientos de personas con cáncer, VIH/Sida, esclerosis múltiple, entre otras patologías.


Junto a ‘Buscando Esperanza’ y ‘Mi Esperanza Brota de la Tierra’, está trabajando ‘Legaliza Perú’, la organización que lleva más de once años señalando la necesidad de reconocer el derecho al autocultivo. La propuesta de estas organizaciones es que el acceso a cannabis sea libre y sin restricciones, que se despenalice completamente a la planta, como ocurre en el vecino país Colombia. En este sentido, proponen que se permita hasta 20 plantas de cannabis por casa y, además, se concrete la liberalización del "cáñamo" o "hemp", que no solo garantizaría cierto nivel de acceso, sino que sería útil en estos tiempos de reactivación ecónomica y pandemia.


Sobre tipos y denominaciones de cannabis

Si bien todas las variedades de cannabis sativa tienen potencial efecto medicinal debido a los fitocannabinoides que pueden contener (THC, CBD, Cannabinol, Cannabigerol y otros), la mayoría de países del mundo en los que se ha regulado su uso ha diferenciado, solo por cuestiones de normativa, entre dos variedades en función de la cantidad de THC: "cannabis psicoactivo" y "cannabis no psicoactivo" ("cáñamo" o "hemp"). En ese sentido


Potencial desperdiciado

A pesar de ser un tema de salud pública y de la urgencia por reactivar la economía y generar empleo, hasta el momento las autoridades peruanas no dan licencia, ni a laboratorios ni a pacientes, para cultivar cannabis. Ni siquiera para la denominación considerada como "no controlada" por la propia normativa vigente.

El único tipo de producto derivado de lo que sería "cáñamo": se trata de extracto importado de Estados Unidos (EEUU) y el único registro sanitario otorgado a un producto terminado ha sido dado a uno que solo contiene CBD y proviene de una multinacional de Canadá. Casi tres años después de haberse legalizado el uso medicinal de cannabis medicinal en Perú, ningún producto nacional ha sido formalizado.


Según Tony Salas, presidente de la consultora de agronegocios ACM,Perú tiene potencial para abastecer al 5% de usuarios medicinales de cannabis de todo el mundo y esta planta podría competir en agroexportación con la uva y el arándano, que el año pasado que reportan más de US$ 500 millones cada una al año.


Se necesitan millones

En noviembre del 2019, René Gallardo Bannwart, gerente general de Greenspot Biomedical Perú SAC, creada en junio de ese año, le dijo a El Comercio que estimaba que para la primera fase de un proyecto de cultivo con tierras en la costa peruana requeriría de US$35,000,000 (treinta y cinco millones de dólares americanos). Precisó que de este monto el 20% corresponde a seguridad, por un tema de requisitos que exige el Ministerio del Interior (Mininter), que sigue mirando a esta planta medicinal como una materia natural peligrosa.


A inicios de este 2020, Futura Farms, una empresa que se creó a inicios del 2019, anunció que planeaba invertir US$ 2,000,000 (dos millones de dólares americanos) entre este año y el próximo en investigación sobre cannabis de uso medicinal e industrial. La misma cantidad de dinero prevé invertir Anden Bio Naturals, empresa constituida en mayo del 2019, en la construcción de un laboratorio farmacéutico para el procesamiento de cannabis de uso medicinal.



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