Máxima autoridad sanitaria de Perú negó licencia a ciudadana Francesca Brivio, quien usa cannabis para tratar una enfermedad rara y crónica. Minsa ratifica que ley es solo para laboratorios, pero ningún laboratorio tiene licencia para cultivar, a pesar de que en el 2017 se legalizó el uso medicinal de esta planta ancestral.
La normativa que regula el uso medicinal de la cannabis sativa en Perú parece progresista, pero eso es letra muerta. En noviembre próximo se cumplen tres años de la promulgación de la Ley 30681 y hasta ahora las familias no pueden encontrar productos cannábicos de uso en salud en los establecimientos farmacéuticos más cercanos a sus hogares. Esto es lo que, como mínimo, debería ocurrir, ya que tanto en dicha Ley como en su Reglamento (Decreto Supremo Nº 005-2019-SA), se establece que el Estado peruano tiene la obligación de garantizar el acceso a cannabis a las personas que la necesiten.
Ante esta situación de acceso restringido, Francesca Brivio, que padece una enfermedad rara y crónica, le envió una solicitud al Ministerio de Salud (Minsa) para que le otorgue licencia para cultivar cannabis. Tanto las partes como los derivados de esta planta, son usadas por Francesca para tratar la mastocitosis sistémica que la aqueja desde el 2009. Con el tratamiento con fitocannabinoides, pudo reducir progresivamente los 30 fármacos químicos que tomaba y que le provocaban efectos adversos muy dañinos.
Brivio le envió esta carta al Minsa hace más de diez meses y, recién el pasado 28 de agosto, recibió la respuesta de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), cuya farmacia tiene al único producto cannábico puesta a la venta en el país. Sin respetar el derecho a la salud, la Digemid se demoró todo este tiempo para decirle a Brivio que la normativa vigente peruana solo permite el cultivo de esta planta medicinal a los laboratorios.
Lo que no dijo Digemid es que ni siquiera las empresas han recibido licencias para cultivar cannabis. Esto se debe, entre otros factores, a demoras burocráticas del Ministerio del Interior (Mininter), que sigue vigilando a esta planta como si fuera una materia peligrosa y un posible problema de “seguridad ciudadana”. De acuerdo a los lineamientos de seguridad, aprobados por el propio Mininter en noviembre del 2019, la DIRANDRO debe ir a inspeccionar las instalaciones del laboratorio antes de que la empresa inicie con la actividad agrícola.
Ante ello, como ciudadana que tiene derecho a cultivar cannabis para su consumo personal y con fines medicinales, Brivio ha anunciado que irá a juicio contra el Estado peruano, para que se respete su derecho a cultivar su propia medicina.
A propósito de esto, compartimos algunas frases e ideas de una entrevista que le hice hace un año (setiembre del 2019), cuando era presidenta de Fecame. Actualmente, Brivio es presidenta ejecutiva de la asociación 'Cannabis Gotas De Esperanza'. La entrevista completa también en LaMula.pe.
“Falta el cultivo personal y el cultivo colectivo. Nosotros peleamos por la democratización de la planta, para que los pacientes puedan usarla de la manera que prefieran”.
"Una de las cosas con las que me choco constantemente es que me preguntan sobre el CBD, como si este compuesto sea el medicinal y el THC no, efectivamente este es psicoactivo, pero también es medicinal”.
"Siempre vamos a alentar que sea un médico que recete e indique las dosis, pero es igual de medicinal. El primer mito que hay que desterrar es que el CBD es medicinal y el THC no".
"La cannabis es una planta que tiene más de 400 compuestos. Si aíslas solo un compuesto, le estás quitando potencia a la planta. Los aislados para el CBD son para el bienestar y de preferencia deben ser full spectrum para obtener un efecto séquito".
"La medicina no es solo en gotas de aceite, sino que la vaporización es una vía de administración muy buena, que doctores en varios países en el mundo recomiendan. El vaporizado de la flor, no cigarrillos electrónicos, es una vía de administración medicinal muy usada".
"Siempre hablo de la desobediencia civil porque el hecho de que una ley exista no significa que sea justa, la vamos a desobedecer todas las veces que sean necesarias porque es por un bien mayor, por un bien general. Con una ley injusta para un país, para una población, yo incito a la desobediencia, que se animen a sembrar o se unan a las asociaciones".
"Ojo que nosotros no pedimos que no haya regulación, lo que queremos evitar es que haya prohibición, pero regulación sí, pero una regulación que no sea burocratizada porque sino nos mantiene en el mercado paralelo".
"Nuestra lucha es por el acceso real, para democratizar a la planta, para que podamos acceder como queramos. Vamos a seguir usándola con o sin su permiso. Estamos como estamos no gracias al Estado ni a los doctores, sino a pesar de eso. Si bien empezó así, no tiene que terminar igual, yo invito a doctores, a científicos, que se sumen a este lado de la historia".
"Los pacientes no vamos a dejar de usar la medicina porque la prohíban, más bien que la regulen para tener un mercado responsable. Si queremos que esto llegue a millones de personas que podrían usar la cannabis, necesitamos regularla de todas las maneras en la que los pacientes la usan".
Cultivar cannabis sativa para tu propio consumo no es delito. La sola posesión de esta planta medicinal tampoco es delito. Lo que se castiga, según el Código Penal, es el tráfico y/o venta de esta planta y sus derivados. Esta prohibición de la planta y la criminalización contra sus usuarios entra en conflicto con la Ley 30681 y su Reglamento, que reconoce las propiedades medicinales de la cannabis.
¿Quiénes son las personas afectadas por el acceso restringido a cannabis?, ¿quiénes la necesitan?, ¿solo es para enfermedades raras, terminales o refractarias? De acuerdo a la normativa, queda a criterio de la médica o médico los casos en los que puede recetar cannabinoides, así como la vía de administración, dosificación y concentración del producto medicinal.
Además, debemos señalar que no es necesario ni digno que pacientes pasen por diversos tratamientos con polifarmacia para que recién, cuando los químicos no sean efectivos, el profesional de la salud evalúe recetar cannabis. La ley peruana permite que esta planta, sus flores y derivados sean fitofármacos de primera línea en favor de ciudadanas y ciudadanos.
¿Las propiedades medicinales de la cannabis son polémicas?, ¿está en debate el uso medicinal de esta planta? Al respecto, debemos señalar que el famoso allanamiento contra la asociación de cultivo ‘Buscando Esperanza’ fue en febrero del 2017 y el reglamento de la ley se aprobó en febrero del 2019. Es decir, hubo al menos dos años de debate técnico y político, cuyo resultado fue la normativa vigente. Esta legislación permite el uso de todos los compuestos de la cannabis y declara a la planta con menos de 1% de THC como “sustancias no controladas”.
Acerca de la evidencia científica de las propiedades de esta planta, de acuerdo al último informe de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (meta-análisis del 2017), hay evidencia de que la cannabis tiene efectos terapéuticos comprobados en casos de dolor crónico neuropático, náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia, síntomas de espasticidad en esclerosos múltiple. Además, se evidenció que la cannabis tiene potencial terapéutico para casos de VIH (aumentyo de apetito y disminución de pérdida de peso), Síndrome de Tourette, ansiedad, estrés postraumático, traumas o hemorragias cerebrales, demencia, glaucoma, depresión e insomnio. A esta evidencia debemos agregar los esayos clínicos doble ciego que se realizaron para la aprobación de Epidiolex, un medicamento aprobado por la FDA y usado para reducir y hasta eliminar las convulsiones en diversos trastornos neurológicos.
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